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1984-1991: El Instituto Superior de Diseño Industrial (ISDI)

Por Reinaldo N. Togores
Mi primer Taller de Diseño de Muebles impartido en 1985. En la foto revisando el trabajo del actual Rector del ISDI, Sergio Peña Martínez.
El Instituto Superior de Diseño Industrial fue creado en 1984, como respuesta a los requerimientos de especialistas de nivel superior en diseño, necesarios para el desarrollo socio-económico del país, subordinándose orgánicamente a la Oficina Nacional de esta actividad en el país, adscrito a la Junta Central de Planificación.
Fui profesor del ISDI desde su fundación hasta el año 1991, impartiendo allí los primeros talleres de Muebles y Cerámica, además de la asignatura de Diseño Básico.

En 1984 por fin hizo Iván Espín realidad su sueño de crear una Escuela de Diseño en Cuba, esta vez la definitiva, después de que su primer intento (1970-1972) -aquella vez dentro del entonces recién creado Ministerio de la Industria Ligera- desapareciera poco después de haber sido cesado en su cargo el entonces ministro del ramo, Enrique Escalona.

A Iván y a su esposa Olga Astorquiza me unió una profunda amistad desde la reapertura de la Escuela de Arquitectura de la Universidad de La Habana en 1959. Juntos estuvimos también en los intentos iniciales de fomentar en Cuba el interés por el Diseño Industrial como parte del Departamento de Estudio de Productos del MINIL. El equipo de diseño que mas tarde formamos mi esposa María Teresa Muñiz, el arquitecto Heriberto Duverger y yo mismo desde 1970 a 1972 en la Dirección Técnica de la Empresa del Mueble representó una continuación de los esfuerzos de un equipo similar que en 1968 había dirigido Iván, y en el que participaron Eva Björklund, Jule Amado y Manuel Miyar.

Así que no fue una sorpresa recibir en 1984 la invitación de Iván, entonces Director de la Oficina Nacional de Diseño Industrial (ONDI), para integrar el cuadro de profesores del nuevo Instituto Superior de Diseño Industrial. Este incluía a muchos viejos amigos y compañeros. Como Rectora, figuraba Lourdes Martí, mi compañera de estudios en la carrera de Arquitectura. Buena parte de los otros profesores provenían del Departamento de Diseño Básico de la Escuela de Arquitectura, del cual yo había sido parte desde sus inicios en 1972. Entre ellos, Jesús Sánchez como Vicerrector Docente, Antonio Cuan Chang, Pepín Espinosa, Alfredo Pong, Antonio Cepero y Armando Cremata.

Aún no se disponía del edificio de la calle Belascoaín de manera que aquel primer curso se desarrolló en la casa de Calle 22 esqina a 1ª en Miramar. Ese primer año impartí la asignatura de Diseño Básico, la misma que había enseñado desde 1972 en la Escuela de Arquitectura del Instituto Superior Politécnico J. A. Echeverría.

Al disponerse de la sede de la calle Belascoaín, además de continuar con la asignatura de Diseño Básico para alumnos de primer año, pasé a impartir Talleres de Diseño especializados, primero dedicados al Mueble y más tarde a la Cerámica. Para esta última asignatura habíamos diseñado un taller especializado, contando con la asesoría de mi compañero en la Sección de Cerámica de la Asociación Cubana de Artesanos Artistas (ACAA), Enrique Vázquez Nerín, quien también participó como docente en aquel primer curso, junto al Arquitecto Pepín Espinosa.


Participantes, cubanos y alemanes, en el Seminario Ideen und Lösungen für die Herstellung von Hausholts und Hotelgeschirr in Kuba. La foto fue tomada en el teatro de la Bauhaus Dessau.

En Alemania, durante la estancia para el Seminario sobre Cerámica,
con Idilio López (de pie), tecnólogo de la Industria Cerámica.

Un momento culminante en la promoción del diseño para la industria cerámica cubana tuvo lugar en 1987. Ese año participamos, junto a un nutrido grupo compuesto por los profesores de la especialidad en el ISDI, junto a especialistas de la Oficina Nacional de Diseño Industrial (ONDI) y técnólogos y diseñadores de la Industria Cerámica, en el Seminario "Ideen und Lösungen für die Herstellung von Hausholts und Hotelgeschirr in Kuba" (Ideas y Soluciones para la Elaboración de las Vajillas Doméstica y Hotelera en Cuba) organizado en coordinación con la Amt für Industrielle Formgestaltung (Agencia para el Diseño Industrial) de la República Democrática Alemana que se realizó en las instalaciones del Bauhaus en Dessau.

Como resultado de esa actividad se realizó una propuesta, que fue patentada, para una vajilla doméstica para uso de la población. Lamentablemente, esa propuesta quedó, como tantas otras, en meros planos y prototipos.

En 1988 me sorprendió la noticia del cese de Iván Espín como Director de la ONDI y de Lourdes Martí en la Rectoría del ISDI. Como en tantos casos, nunca se divulgaron los motivos de esos cambios. Solo rumores (al menos tres o cuatro versiones diferentes han llegado hasta mi) que se difundían sotto voce a nivel de pasillo. El cargo de Rector fue ocupado por mi compañero en los talleres de Cerámica, Pepín Espinosa. Su paso por ese cargo fue efímero, siendo sustituido a fines de 1990 por el Arquitecto Pepe Cuendias, profesor de la Escuela de Arquitectura con una amplia experiencia política como miembro del Partido.

En esos últimos años había ido en incremento mi dedicación al trabajo como creador independiente en las ramas de la Cerámica, el Diseño de Muebles e Interiores, la Gráfica Mural y el montaje de exposiciones. Así, mi último curso como profesor en el ISDI fue el de 1990-1991 donde, además de la asignatura de Diseño Básico, impartí las de Diseño de Superficies I y II donde se estudiaba la evolución histórica de los estilos decorativos aplicados a la cerámica, y las técnicas de acabado y decoración. La misma incluía adiestramiento práctico en talleres propios de la escuela y así como un trabajo de fin de curso convenido con industrias del ramo.

En cuanto al fundador de la escuela, Iván Espín, al poco tiempo de cesado en su cargo emigró a Ecuador en compañía de su esposa Olga e hijas, donde permaneció hasta el fin de sus días. Sabemos que siguió vinculado a la actividad del Diseño Industrial, figurando como presidente de la Asociación Latinoamericana de Diseño Industrial (ALADI) por un segundo período entre 1989 y 1991.

En su artículo "Diseño, sustento de la producción" publicado en el número inaugural de la revista mexicana Diseño y Sociedad1 termina -quizás a manera de testamento- diciendo:

"No se puede saltar desde la nada o lo poco que tenemos, según los casos, al desarrollo, que a otros países ha tomado décadas y hasta siglos, según como se mire. Pero cualquiera que sea el itinerario a seguir para el desarrollo escalonado del diseño, y cualesquiera que sean las instituciones o formas que se adopten, nuestro tema se acaba aquí, pues no era otro que promover la conciencia de su necesidad, lo cual es, siempre, el primer paso."

1.- Diseño y Sociedad. No. 1, 1991Universidad Autónoma Metropolitana. Unidad Xochimilco.Págs. 47-57